En industrias en las que la fallan los sistemas de TI no solo puede resultar costes que amenazan el negocio, sino que también ponen en peligro vidas humanas, por lo que las redes deben configurarse en alta disponibilidad.
Esta es la única forma de protegerse contra una posible pérdida de productividad o contra el fallo de los sistemas vitales. La monitorización proactiva permite identificar los errores de inmediato, los posibles riesgos de fallo se vuelven más transparentes y la tolerancia más grande. Si los componentes individuales fallan, el tiempo de recuperación es significativamente más corto gracias a la redundancia y la automatización.
Instituciones y en particular sectores como salud, transporte, transporte de pasajeros, energía, manufacturación, finanzas, necesitan estar protegidos con redes de alta disponibilidad.
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